Este conjunto de viviendas está situado en una zona de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife que se ha constituido en un nexo entre el centro histórico y los nuevos desarrollos situados en la zona sur de la ciudad. La propuesta se basa en la disposición un bloque lineal con planta en L en torno a un gran espacio libre y una torre exenta de planta cuadrangular. La actitud que presidió el proyecto era perseguir la regeneración urbana. El edificio plantea una operación donde se realza el concepto de vacío como elemento que proporciona oxígeno a la ciudad. La ausencia de escala en la composición de la pieza aporta serenidad a su entorno urbano. La composición del rayado irregular en la fachada, potencia la horizontalidad del conjunto que se remarca con la continuidad en toda su superficie. La entrega de ambas piezas construidas al suelo, se resuelve por medio de un zócalo de piedra natural. La misma solución se utiliza en el acabado de los áticos. En las fachadas de los patios se ha utilizado una solución de huecos verticales que eviten las miradas directas y enfrentadas de una vivienda a otra. La utilización por tanto, de un recurso único de fachada que no hace referencia ni a la escala ni al uso interior de los espacios hace que se constituya como una piel continua que únicamente se pliega cuando las persianas se abren, confiriendo al conjunto un aspecto neutro, sereno y unitario.
FICHA TÉCNICA: Año 2002-2005. Emplazamiento: Santa Cruz de Tenerife .Arquitectos: Antonio Corona Bosch, Arsenio Pérez Amaral, Eustaquio Martínez García. Cliente: Sucesores de Pedro Dorta & Hermanos. Colaboradores: Alicia Pérez Ojeda (Arquitecto), Gimeno Ingenieros (Ingeniería) Arturo López (Telecomunicaciones). Fotografía: José Ramón Oller, Iván Ballesteros.
