Arquitectura

Viviendas María Jiménez

Escamas cálidas y volúmenes netos sobre un zócalo pétreo

Este grupo de viviendas se planteó, en dos fases, como inicio a una serie de operaciones encaminadas a regenerar la imagen de María Jiménez, una zona marginal de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife al borde de un barranco en el macizo de Anaga desarrollada casi en su totalidad por la auto-construcción. El enclave suponía un gran reto ya que la influencia visual que generaba la cercanía a la autovía que comunica la ciudad con la playa de Las Teresitas era importante y cualquier operación que se planteara, repercutiría fuertemente en la imagen del lugar. La pieza de la primera fase se planteó, desde el exterior, con un claro rigor compositivo: el edificio debía de ser un gran cartel publicitario para la imagen de la zona. Aunque a primera vista pueda parecer un bloque de forma convencional, la planta trapezoidal del solar exigió una minuciosa distribución de las viviendas. El resultado fue una pieza dispuesta sobre un zócalo pétreo, pautado por unas celosías fenólicas dispuestas a modo de escamas, y toda una suerte de huecos de acuerdo con los diferentes usos.

La segunda fase se organiza en dos volúmenes netos separados por un espacio verde ajardinado y apoyados sobre un zócalo pétreo de las mismas características que el de la primera fase.


FICHA TÉCNICA: Año 1995-1997. Emplazamiento: María Jiménez, Santa Cruz de Tenerife. Arquitectos: Antonio Corona Bosch, Arsenio Pérez Amaral, Eustaquio Martínez García. Cliente: Viviendas Municipales de Santa Cruz de Tenerife. Colaboradores: Dionisio Castro (Estructuras) IHD Ingenieros (Ingeniería).DD7 (Aparejadores). Fotografía: José Ramón Oller, Jordi Bernardo.